DECLARA A LA CUECA DANZA NACIONAL DE CHILE
Núm. 23.- Santiago, 18 de Septiembre de 1979.- Vistos: Lo dispuesto en los decretos leyes Nºs. 1 y 128, de 1973, y 527, de 1974.
Para la dictadura militar el problema del estancamiento de la cultura y las artes se solucionaba realizando los símbolos nacionalistas, a través de decretos y normas. Es así como el año 1979 se dicta el Decreto Ley Nº 23, proveniente de la Secretaria General de Gobierno.
Luego, un año más tarde, le sigue el Decreto Supremo Nº 4002 del Ministerio de Educación, que en su artículo 23 establece como obligatorio dentro de los programas de estudio de Educación Física, que los alumnos aprendan a ejecutar danzas folklóricas nacionales y en especial la Cueca.
Y para terminar en el año 1989, el último de la dictadura militar, el Decreto Supremo Nº 54, nuevamente de la Secretaria General de gobierno que dice:
DECRETO:
Artículo 1º.- Declárese el 17 de Septiembre Día Nacional de La Cueca.
Artículo 2º.- El estado fomentará, a través de Municipalidades, Corporaciones de Educación y diversos organismos e instituciones del sector cultural, la enseñanza práctica, divulgación, promoción e investigación de sus valores musicales y coreográficos. Corresponderá al Ministerio Secretaría General de Gobierno, A través de su Secretaría de Relaciones Culturales velar por esta norma.
A través del Decreto Ley como consecuencia se estableció que el Campeonato Nacional de Cueca se realizaría cada año en la ciudad de Arica, con el fin de estimular la práctica en la juventud. Loable iniciativa pero, ¿es posible hacer otras lecturas del decreto?.
Lo primero que asoma la posibilidad de que el gobierno militar estuviera haciendo una jugada de soberanía, al establecer como sede de la competencia a una ciudad emblemática. Arica, junto a Iquique y Antofagasta, fueron conquistadas a sangre y fuego durante la guerra del Pacífico, entre 1879 y 1883, que enfrentó a nuestro país con Perú y Bolivia.
Si bien el dominio chileno quedó sellado con el Tratado de Lima de 1929, la verdad es que tanto Chile como Perú siempre está presente el tema como algo pendiente de resolverse. Los peruanos hablan de “La Perla Cautiva del Sur”, mientras que en Chile se denomina a dicha ciudad como “Puerta Norte del País”. Todo eso debió tener a la vista Pinochet cuando decidió hacer de Arica la capital de la cueca y, con ella, sede irrefutable de la chilenidad. Su preocupación por temas geopolíticos llevó al capitán general a involucrar la cueca en asuntos territoriales y de soberanía. El gesto de implantar el concurso en Arica era, y sigue siendo, una manera simbólica de “clavar la bandera” en un territorio que alguna vez fue peruano.
De hecho, en muchos sentidos, el decreto, junto a la cultura imperante en esa época, no dejaba de estar teñido por un cierto aire marcial, una rigidez de desfile. Esto, muchas veces, en vez de estimular el amor por la cueca más bien contribuyó a alejar a mucha gente del gusto por ella.
El baile no tiene nada que ver con la ropa, es obvio que no es un asunto de lo que se lleva por fuera, sino de lo que se lleva por dentro. Ahí brilla la cueca, y yo creo que eso es lo que hay que potenciar y defender, sobre todo en los colegios.
Daniel Muñoz – Cueca Brava
Los campeonatos de cueca
Al revisar las bases de los concursos de cueca organizados por clubes y asociaciones, queda claro que la estricta codificación de la danza sitúa a la cueca en un estatus de “deporte típico”, similar a la rayuela, el volantín y el trompo, restándole mucho de su valor artístico.
Condición que en La Cueca Brava brilla de manera fulgurante, tanto en la música como en la libre expresión del baile. “Para matar la tradición del pueblo -sentenciaba González Marabolí- es que se le impone esa cueca mansa que no le dice nada al chileno, sino que le causa fastidio, porque saben que sin cultura propia no tendrá valores que defender”.
Hay una corriente que ha defendido históricamente el baile y la música de La Cueca Brava dando talleres, criticando duramente la idea de los campeonatos huasos, promoviendo muestras de “cueca de libre expresión”.
Mario Rojas – El que sae, sae
Pero la Cueca Huasa
Es importante resaltar que la cueca de la cual se hace mención en los decretos anteriores, es la variante de Cueca Huasa, la cual pertenece al folklore campesino que se ubica en la sectores rurales de la zona central de nuestro país, la misma que impulsó la aristocracia, luego de la celebración del centenario de independencia, con la estampa del Huaso fuerte y elegante. Es así como comienza un período de insistente difusión de la Cueca Huasa, con una estructura por todos los chilenos conocida, sin embargo por muy pocos vivenciada desde el punto de vista de la danza.
El Ministerio de Educación de aquellos años se encargó de difundirla en los colegios a través de la clase de Educación Física o Educación Musical. De este modo los profesores comienzan a enseñar este baile como una receta, otorgándole demasiada importancia a la forma coreográfica y a los adornos externos, transmitiendo una cueca en serie.
Qué te parece José ??!!